
Detenciones arbitrarias en Nicaragua: la persecución política y la deslegitimación de la democracia

Escrito por Carmela Pérez, miembro del Área de Investigación del Equipo de Derechos Humanos.
“Del guerrillero que luchó en el Frente Sandinista de Liberación Nacional contra la dictadura del clan Somoza, en la década del setenta, no queda nada.” [1]. Esa es la impresión que se tiene del actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Al aproximarse las elecciones presidenciales de este país, el régimen de Ortega ha sido criticado por la comunidad internacional debido a que se considera que no existen las condiciones para que se realice un proceso electoral libre, justo o transparente [2]. Si bien la oposición contra su gobierno ha estado en crecimiento desde las protestas del 2018 en su contra (que dejaron un saldo de 300 muertos y miles de detenidos), actitudes recientes de Ortega generan preocupación debido a que representan un “proceso de violaciones sistemáticas y reiteradas al Estado de Derecho y de las libertades fundamentales”, según la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) [2].
El 06 de agosto fue descalificado de participar en las elecciones de noviembre el partido político Ciudadanos por la Libertad (CxL), el bloque opositor principal al gobierno de Ortega, a causa de que el Consejo Supremo Electoral consideró la doble nacionalidad de la presidenta del partido (Carmella Rogers Amburn, también conocida como Kitty Monterrey) una violación a la ley electoral [3]. Sin embargo, según el diario El País, este hecho no debería ser suficiente como para inhabilitar al CxL de participar en el proceso electoral, y con este acto se elimina el último signo de competencia en unos comicios sumamente cuestionados por la falta de transparencia [4].
Desafortunadamente, esta acción apenas constituye uno de los últimos intentos de excluir a la oposición de ejercer sus derechos de participar en el proceso electoral nicaragüense. Días antes de la descalificación del CxL en base a una supuesta infracción cometida por su presidenta, la candidata a la vicepresidencia de este mismo partido fue arrestada bajo las acusaciones de cometer delitos de odio e incitación a la violencia [5]. Este arresto se produjo debido a que la candidata urgió a sus seguidores a que participen en las elecciones y que se manifiesten de forma similar a las protestas del 2018, y forma parte de las detenciones de al menos 31 figuras de la oposición que han ocurrido en los últimos 2 meses [6]. Ineludiblemente, estas detenciones evidencian una arbitraria persecución política a cualquier persona que pueda interferir en la búsqueda de Ortega de obtener su cuarto mandato presidencial consecutivo.
Lo descrito previamente constituye no sólo una deslegitimación del proceso electoral, sino que también representa una parte principal del largo proceso de erosión que ha sufrido la democracia en Nicaragua. Como se mencionó previamente, en el 2018, una serie de protestas masivas surgieron en el país centroamericano, las peores protestas desde que Ortega se volvió mandatario [5]. Sin embargo, fueron severamente reprimidas por las fuerzas del orden. Al día de hoy, se calcula que 136 personas están detenidas desde estas manifestaciones [7]. Asimismo, el gobierno de Ortega ha sido acusado de perseguir y atacar a la prensa, además de asesinar a periodistas y cometer otras faltas graves contra la libertad de prensa [1].
El lunes 02 de agosto, múltiples funcionarios del régimen de Ortega (incluyendo su esposa y su hijo) fueron sancionados por la Unión Europea por cometer graves violaciones a los derechos humanos [7], y con justa razón. Estas sanciones fueron aplicadas tras las detenciones arbitrarias y la exclusión de la oposición de los comicios, y se suman al comunicado emitido el 02 de junio por la Secretaría General de la OEA. Según este comunicado, las acciones tomadas por las autoridades nicaragüenses “son violatori[a]s de la Carta Democrática Interamericana, de la Carta de la OEA, de los instrumentos en materia de derechos humanos y de pactos internacionales de los cuales Nicaragua es parte” [2]. Cabe señalar que entre los pactos internacionales incumplidos por el gobierno de Ortega se encuentra la Declaración Universal de Derechos Humanos, ya que este indica explícitamente que toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, independientemente de su opinión política.
A tan sólo tres meses del proceso electoral nicaragüense, resulta imprescindible poner el foco de atención en este país, ya que, tal como lo señala la Declaración Universal de Derechos Humanos, “la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público”. Ergo, se debe exigir un proceso electoral limpio y transparente que permita evidenciar esta voluntad popular, en el cual se respeten los derechos fundamentales de todos los participantes; además de condenar los abusos contra los derechos humanos que han estado siendo cometidos por el gobierno de Ortega, y prevenir que estos atropellos continúen.
Bibliografía
[1] Gallegos, J. (2021, 08 de agosto). El exrevolucionario tirano. La República.
https://larepublica.pe/domingo/2021/08/08/el-exrevolucionario-tirano/
[2] Organización de los Estados Americanos. (2021, 02 de junio). Comunicado de la Secretaría General de la OEA sobre solicitud de inhabilitación de Cristiana Chamorro en Nicaragua. Organización de los Estados Americanos.
https://www.oas.org/es/centro_noticias/comunicado_prensa.asp?sCodigo=C-058/21
[3] BBC. (2021, 07 de agosto). Nicaragua opposition party barred from elections. BBC.
https://www.bbc.com/news/world-latin-america-58125419
[4] Miranda, W. (2021, 07 de agosto). Ortega y Murillo liquidan el proceso electoral al cancelar al último partido opositor en Nicaragua. El País.
[5] Redacción de BBC News Mundo. (2021, 04 de agosto). Berenice Quezada: denuncian el arresto en Nicaragua de la candidata a vicepresidenta en las elecciones de noviembre. BBC News.
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-58093757
[6] El Comercio. (2021, 07 de agosto). EE.UU. dice que las elecciones de noviembre en Nicaragua han “perdido toda credibilidad”. El Comercio.
[7] Alván, J. (2021, 06 de agosto). Daniel Ortega asfixia a la prensa y la izquierda lo rechaza. La República.
https://larepublica.pe/mundo/2021/08/06/ortega-asfixia-a-la-prensa-y-la-izquierda-lo-rechaza/
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