Fawzia Koofi: la voz de las mujeres afganas despojadas de su humanidad

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Escrito por Stephanie Cortez, miembro del Área de Investigación del Equipo de Derechos Humanos

En el 2020, sucedió uno de los hitos más importantes de la historia de Afganistán, al iniciar las negociaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibanes, después de casi 30 años de guerra civil. Dicho evento significó una reivindicación del lugar de la mujer en los espacios públicos, ya que el equipo gubernamental de negociación fue integrado por 5 mujeres, y 2 de ellas participaron en las negociaciones de paz [1]. Una de ellas es Fawzia Koofi, la reconocida activista por los derechos de las mujeres. Koofi nació en Badajshán, 1975, y fue rechazada por sus padres al nacer debido a su sexo, siendo dejada por su madre para que muera bajo el sol abrasador [1]. Ella fue la única mujer en su familia en tener la oportunidad de estudiar. Soñaba con estudiar Medicina, pero sus sueños fueron truncados cuando se instauró el régimen talibán en 1996. Tras la caída del régimen, estudió Relaciones Internacionales y empezó su trayectoria política. Su posición ascendió rápidamente: fue la primera mujer democráticamente elegida como vicepresidenta de la Wolesi Jirga, la Cámara baja de la Asamblea Nacional [1] y, en el 2020, fundó su propio partido Movimiento por el Cambio para Afganistán [1]. También es la autora de 2 libros: The favored daughter y Letters for my daughters, en los que relata su experiencia como mujer y parlamentaria afgana.

Fawzia Koofi es defensora de los derechos de las mujeres en Afganistán. Cabe recordar que la situación de las mujeres en dicha región es una realidad diferente a la conocida en las sociedades occidentales. Sin embargo, la realidad contrasta con los mitos occidentales, en los que la autonomía y voz femenina son completamente nulas [2]. La diferencia radica en el paternalismo arraigado de las sociedades árabes hacia las mujeres, lo cual implica un reconocimiento limitado de la autonomía de las mismas, pero cuya intensidad varía según el país. Por desgracia, la valoración diferenciada entre hombres y mujeres en Medio Oriente ocasiona que la discriminación y vulneración de los derechos de la mujer sea más tolerado y normalizado [3]. A su vez, genera que los avances respecto al reconocimiento de los derechos corran peligro constante de ser efímeros. Afganistán ha sido uno de los escenarios donde dicha vulneración ha alcanzado su máximo esplendor, al existir un periodo en que las mujeres dejaron de ser sujetos de derecho: el régimen talibán (1996-2001).

En este punto, es válido preguntarse: ¿quiénes son los talibanes? o ¿cómo alcanzaron el poder en primer lugar? Para entender ello, se debe remontar a inicios del conflicto interno en Afganistán, desde la intervención soviética en el país en 1978 y la futura toma de control del mismo. Este fue el origen de movimientos nacionalistas y antiintervencionistas, entre los que destacaban los mujaheddin, al ser el grupo que terminaría expulsando a los soviéticos en 1989 y, 3 años después, derrocando lo que quedaba del régimen revolucionario del Partido Popular Democrático de Afganistán [4]. Fue en este contexto que, de este grupo, surgieron los talibanes, una organización política-militar-religiosa integrada principalmente por estudiantes de teología islámica de la etnia pashtun [4]. El 27 de setiembre de 1996, los talibanes se hicieron del poder al expulsar de Kabul a las fuerzas del presidente Burhanuddin Rabbani e instauraron un régimen totalitario, autodenominado como el Emirato Islámico de Afganistán. Su régimen duró 5 años hasta su caída en el 2001 y se fundamentó en su interpretación tradicional y extremista de la sharia sin precedentes en el mundo musulmán. La caída de este régimen, conseguida por la intervención militar estadounidense en el 2001, fue celebrada por los afganos dentro y fuera de Afganistán [5]. No obstante, no significó la disolución del mismo, y estuvo presente durante todos estos años como milicia insurgente, que llegó a realizar ataques terroristas contra la población civil afgana.

No cabe duda que las mujeres, si bien no resultan el único grupo afectado, fueron las más afectadas durante el régimen talibán, debido a que la mayoría de prohibiciones y restricciones estaban dirigidas a ellas [6]. A los hombres se les obligó a dejarse crecer la barba y a los niños jugar afuera o en grupo. A las mujeres, se les prohibió estudiar, siendo expulsadas de sus escuelas y universidades por los propios militantes talibanes una vez en el poder. Se les prohibió trabajar y salir de casa sin la compañía de un guardián varón, ya sea su esposo o familiar. Se les impuso el uso de la burka, la cual dificulta la movilidad y visión de las mujeres que la usan, al estar el cuerpo entero cubierto de dicho velo, con apenas una pequeña red en la zona de los ojos para permitirles ver. Se les prohibió el maquillaje, pintarse las uñas y mostrar cualquier espacio de piel en público. Se prohibió su participación en cualquier espacio público. Esas son algunas de las numerosas imposiciones y prohibiciones a las mujeres durante dicho régimen, las cuales debían ser cumplidas por ellas al pie de la letra con la amenaza de ser golpeadas o asesinadas. Las mujeres no tenían voz ni voto, ni en la esfera pública ni en la intimidad de su hogar. Para ellas, no se cumplía el principio de autonomía, que es la exteriorización de la dignidad humana [7]. Durante esos 5 años, las mujeres fueron borradas como sujetos de derecho, y fueron vistas por los talibanes como objetos de su posesión, obligadas a obedecerles.

La experiencia bajo el régimen talibán marcó a las mujeres hasta la actualidad, han desarrollado sentimientos de pavor, resentimiento, rechazo y desesperanza hacia los talibanes [8], ante la amenaza constante de sus derechos que representaban en esta guerra civil durante los últimos 20 años. Shukriya Barakzai, sobreviviente de un ataque en 1999, cuenta cómo tuvo que rapar a su hija de 2 años para hacerla pasar por un guardián varón para poder ir al hospital. A pesar de ello, los talibanes la detuvieron y golpearon incluso después que cayera al suelo [9]. Las activistas, en especial, fueron las más intimidadas por los talibanes en ese aparente periodo de paz y estabilidad. Unas recibieron amenazas hacia ellas y sus familias y otras, que corrieron con menos suerte, fueron víctimas de atentados contra su vida. Fawzia Koofi es un ejemplo de ello, al haber sido víctima de 3 intentos de asesinato desde que empezó a hacer activismo en el 2001. El primero sucedió en el año 2010, cuando el convoy en el que viajaba rumbo a Nangarhar para conmemorar el Día Internacional de la Mujer fue emboscado [10]. Los últimos 2 intentos se produjeron el 2020, previos a las Conversaciones de Doha, por el hecho de formar parte del equipo de negociación del gobierno afgano [11]. Malala Yousafzai, activista de los derechos de las mujeres, es otra sobreviviente de este grupo y sufrió 2 intentos de asesinato por haber ganado el Premio Nobel de la Paz en el 2014 [12]. Ello es prueba de que, a pesar de estar en un periodo de relativa paz, la integridad de las mujeres no era un hecho que se daba por seguro.

Otra de las secuelas de dicho régimen fue el estado de los derechos de las mujeres, que se mantuvo aún después de su caída. Ello significó un largo camino para la reivindicación de sus derechos arrebatados, en las que Fawzia Koofi desarrolló un papel importante. Antes de insertarse en la política, Koofi ya era militante por los derechos de las mujeres. En 1997, previo a la caída del régimen talibán, empezó enseñando a las niñas en Faizabad, provincia que se encontraba fuera del control de los talibanes, mas no de sus leyes [1]. Una vez caído el régimen talibán, en el 2001 promovió la campaña Vuelta al colegio, en defensa del derecho de las niñas y mujeres afganas a la educación y su reinserción a las escuelas [1], derecho que se les había privado durante esos 5 años. Del 2002 al 2004, trabajó con la UNICEF como como Oficial de Protección Infantil, donde trabajó con grupos vulnerables y se ocupó principalmente de las tareas de rehabilitación de niños soldado y de la atención a los desplazados internos, en especial con las mujeres y niños para protegerlos de la violencia, la explotación y el abuso [10]. Al terminar dicho trabajo, el nombre de Fawzia Koofi ya tenía un reconocimiento al interior y exterior de Afganistán, reconocimiento que la ayudó a alcanzar democráticamente uno de los escaños como parlamentaria de la Asamblea Nacional.

Como parlamentaria, se dedicó a derogar las leyes represivas contra las mujeres y derechos humanos en general, y a recuperar los derechos arrebatados de las mujeres durante ese periodo, según declaró en una entrevista [13]. También ha reducido brechas con las personas de bajos recursos de Afganistán, al legislar para la construcción de carreteras que conecten sus aldeas con instalaciones de educación y salud. En 2009, redactó la ley sobre la eliminación de la violencia contra la mujer (EVAW) que, si bien no logró formar parte de la Constitución afgana como originalmente se planeaba, fue aplicada en 34 provincias de Afganistán e invocada para jueces que tratan casos de violencia de género. Otro hito importante que realizó, fue la creación de una comisión en el parlamento para combatir la violencia (en especial, la violencia sexual) contra los niños [1]. Además, se le atribuye las reformas en el Código de Familia Chií, en el cual se contemplaba aún el matrimonio infantil, las violaciones intramatrimoniales y la obligación de la autorización de un guardián varón para que la mujer pueda estudiar, trabajar o ir al hospital [1]. Como último hito reciente, resalta su presencia en las negociaciones de Doha con los talibanes, en donde su presencia hizo mantener en la agenda los derechos de las mujeres y el compromiso para continuar con el proceso de reivindicación de sus derechos y su participación en la esfera pública, apreciaciones que no fueron tomadas en serio por los talibanes en varias ocasiones. No obstante, Koofi afirmó: “No me intimidaron. Para mí es importante ser firme. Yo representaba a las mujeres de Afganistán” [14].

En síntesis, se pudo evidenciar que, después de la caída de los talibanes, hubo un progresivo trabajo para la recuperación de derechos de las mujeres afganas. Fawzia Koofi, por su papel como parlamentaria, no solo logro materializar los derechos arrebatados y sentenciar los abusos producidos, sino que fue la voz de todas las mujeres en Afganistán que, debido a la predominancia de creencias conservadoras, aún no obtienen un lugar en la esfera pública para que sus exigencias sean oídas. No obstante, la reciente invasión de los talibanes a la capital nos recuerda que los avances no son una garantía, y que los derechos de las mujeres, por más legislados que estén, se encuentran prendiendo de un delgado hilo: un progreso de 20 años puede esfumarse en un abrir y cerrar de ojos. En estos momentos, en el otro extremo del planeta, cabe preguntarse qué podemos hacer para ayudar. Si bien parece insignificante, informarse y difundir su voz en Occidente resulta un gran apoyo para ellas, ya que la información resulta un arma poderosa hoy en día.

Bibliografía

[1] Espinosa, A. (2021). Fawzia Koofi, la mujer afgana que negocia con los talibanes que la intentaron asesinar. El País. Obtenido de: https://elpais.com/ideas/2021-02-06/fawzia-koofi-la-afgana-que-no-teme-a-los-talibanes.html?event_log=oklogin 

[2] Bohr, G (2021). Qué significa ser mujer en el Medio Oriente. La Eme. Obtenido de: https://platzi.com/blog/ser-mujer-en-medio-oriente/ 

[3] Jimenez, J. (2016). Los derechos de la mujer en Oriente Medio. Entre Paréntesis. Obtenido de: http://entreparentesis.org/mujer-en-oriente-medio-derechos/ 

[4] Domínguez, C. (2008). Guerra y paz en Afganistán: Un análisis del conflicto afgano en perspectiva (1978-2008). Estudios de Asia y Africa 43 (135), pp. 159-194. Obtenido de: https://www-jstor-org.ezproxybib.pucp.edu.pe/stable/40313742?seq=1#metadata_info_tab_contents 

[5] Ahmadzai, J. (2021). Afghanistan after the US withdrawal: The Taliban speak more moderately but their extremist rule hasn’t evolved in 20 years. The Conversation. Obtenido de: https://theconversation.com/afghanistan-after-the-us-withdrawal-the-taliban-speak-more-moderately-but-their-extremist-rule-hasnt-evolved-in-20-years-164221 

[6] Holmes, C. (2021). 5 claves para entender el conflicto en Afganistán. The Conversation. Obtenido de: https://theconversation.com/5-claves-para-entender-el-conflicto-en-afganistan-166388 

[7] Scatolini, J (2012). Dignidad y autonomía de la persona. Concepto y fundamento de los derechos humanos. Revista Perspectivas de las Ciencias Económicas y Jurídicas 2 (1), pp. 145-172. Obtenido de: https://cerac.unlpam.edu.ar/index.php/perspectivas/article/viewFile/3267/3148#:~:text=La%20persona%20no%20s%C3%B3lo%20es,rasgo%20que%20le%20confiere%20dignidad.&text=La%20dignidad%20es%20una%20manera,individuo%20lo%20convierte%20en%20persona

[8] Tzemach, G. (2021). Escuchemos las voces de las mujeres afganas. The Washington Post. Obtenido de: https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2021/08/16/afganistan-mujeres-talibanes-estados-unidos-joe-biden-afganas/ 

[9] Addario, L. (2021). El regreso de los talibanes es catastrófico para las mujeres. El País. Obtenido de: https://elpais.com/internacional/2021-08-18/el-regreso-de-los-talibanes-es-catastrofico-para-las-mujeres.html 

[10] Ayestaran, M. (2020). Fawzia Koofi, una vida marcada por la amenaza talibán. León Noticias. Obtenido de: https://www.leonoticias.com/internacional/fawzia-koofi-vida-20200927174348-ntrc.html 

[11] Redacción La Vanguardia (2020). Gobierno afgano condena ataque contra una integrante de su equipo negociador. La Vanguardia. Obtenido de: https://www.lavanguardia.com/politica/20200815/482832712813/gobierno-afgano-condena-ataque-contra-una-integrante-de-su-equipo-negociador.html 

[12] Párraga, N. (2021). A Malala le dispararon en la cara: las mujeres que sobrevivieron al Talibán. El Sol de México. Obtenido de: https://www.elsoldemexico.com.mx/mundo/malala-y-otras-mujeres-que-sobrevivieron-al-taliban-aqui-sus-historias-7101488.html 

[13] Afghan Zariza. (2014). In conversation with Fawzia Koofi, member of parliament from Badakhshan, Afghanistan. YouTube. Obtenido de: https://www.youtube.com/watch?v=cBZQUtCkAmg&ab_channel=AfghanZariza 

[14] Natarajan, S. (2020). La mujer a la que los talibanes intentaron matar y luego negoció con ellos el acuerdo de paz en Afganistán. BBC News. Obtenido de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-51685738 

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