¡La representación importa!: Disclosure, ser trans más allá de la pantalla

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Escrito por Piero Chávez Gonzales, miembro de la Comisión de Diálogos Humanos del Equipo de Derechos Humanos. 

La representación de las identidades trans es importante, ya que se trata de un grupo social históricamente discriminado. En ello, los medios de comunicación y, concretamente, las producciones audiovisuales cuentan con un rol fundamental. Esto se debe a que la manera en que representan a las personas trans no solo refleja cómo la sociedad concibe a este sector de la población, sino que también construye y perpetúa los discursos en torno a estas identidades. En atención a esta problemática, en el año 2020, la plataforma Netflix estrenó el documental “Disclosure”, una producción revolucionaria que realiza un recorrido histórico en cuanto a la representación de las personas trans en Hollywood y la manera en que ha impactado en esta comunidad. Por consiguiente, en este artículo, se presentarán los temas más relevantes de este documental, así como los derechos humanos involucrados en la representación de las identidades trans.

Para comenzar, es necesario abordar la importancia de la representación de las identidades trans en los medios de comunicación. En este documental, Nick Adams, director de representación trans de la organización GLAAD, presenta que, en una encuesta, el 80% de ciudadanos y ciudadanas estadounidenses mencionó no conocer a una persona trans personalmente [1]. Este dato se extiende a la propia comunidad trans, quienes tampoco suelen conocer a otras personas trans en el proceso de reconocimiento de su identidad. Por esta razón, Adams resalta el rol de los medios en la construcción discursiva de estas identidades, porque se convierten en la principal fuente de información para la ciudadanía, incluida la comunidad trans, sobre quiénes son las personas trans, qué representan y cómo se desarrollan en sociedad. 

Uno de los aspectos más relevantes de “Disclosure” es que son las propias personas trans quienes cuentan sus historias. Esta producción otorga voz a directoras, mujeres y hombres trans que han liderado o sido parte de proyectos importantes en la industria cinematográfica, quienes comparten sus reflexiones y vivencias en este documental. Vale la pena mencionar que, entre sus protagonistas, la actriz Laverne Cox, reconocida por el personaje Sophia en la serie Orange is the New Black, es la imagen de esta producción [2]. Este hecho es significativo para la comunidad trans, ya que, en la construcción de los discursos en torno a sus identidades, se han silenciado sus voces. En la misma línea, la escritora y activista transgénero Leslie Feinberg presenta la siguiente reflexión: “A lo largo de nuestras vidas, siempre nos analizaron, describieron nuestros sentimientos y pensamientos. Si vamos a hablar de nuestros casos, porque no se puede luchar contra la opresión que se calla, queremos que nuestras voces sean escuchadas” [1]. Esta reflexión permite afirmar que es necesario abordar la problemática en torno a la comunidad trans, siempre considerando las voces y escuchando las exigencias de las personas trans con el objetivo de combatir la opresión sistemática que vulnera sus identidades. 

En el recorrido que el documental realiza a través de las producciones de Hollywood, se evidencia que las identidades trans han estado presentes desde los inicios del cine. A partir de ello, es posible observar representaciones constantes de estas identidades. En primer lugar, las producciones audiovisuales han presentado a las personas trans como fuente de burlas. Es decir, su existencia se reduce al objetivo de hacer reír a las audiencias. Por ejemplo, en los programas “Casados con hijos” (1994) y “Un día de locos” (1994), se muestran personajes masculinos vestidos como mujeres con el objetivo de hacer reír a la audiencia, lo cual reduce a las identidades trans a la comedia y contribuye con la idea transfóbica de que se trata de personas disfrazadas de un género que no les corresponde para generar risas en el público. Esta representación tiene consecuencias diarias para las personas trans. Al respecto, la actriz Laverne Cox señala que, cuando tomaba el transporte público al iniciar su transición, las personas se reían de ella al reconocerla como una persona trans, como si su existencia se redujera a un chiste. Reconoce que las personas han sido entrenadas para tener esa reacción al interactuar con una persona trans [1]. Este aprendizaje proviene de los medios de comunicación y, particularmente, del propósito con el en que se han mostrado a personajes trans en las pantallas, lo cual reproduce la discriminación contra este sector de la sociedad. 

En segundo lugar, las representaciones problemáticas en torno a las personas trans se relacionan con la patologización de sus identidades y escenarios de violencia. Un extracto de este documental es elocuente sobre este tema: “Hollywood nos ha enseñado a reaccionar con miedo frente a las personas trans. Que son un peligro, personas psicópatas, homicidas o pervertidos. ¿Por qué otra razón un hombre usaría un vestido?” [1]. Estos mensajes son evidentes en producciones como “Más allá del valle de las muñecas” (1970), “Alfred Hitchcock presenta” (1965) o “El silencio de los inocentes” (1991). El problema de estas películas es que el público comienza a identificar a las personas trans con sus personajes. Asimismo, sobre la última película mencionada, destaca el personaje Buffalo Bill, quien es un asesino serial psicópata que atrapa y asesina mujeres para usar sus cuerpos con la finalidad de adoptar una figura femenina. Cabe añadir que la actriz y escritora Jen Richards comenta que, cuando inició su transición, decidió contárselo a sus colegas de trabajo. Una de ellas la miró y le dijo: ¿Cómo Buffalo Bill? [1]. Su único referente de ser una persona trans era este personaje, lo cual es perjudicial para el bienestar de esta comunidad, porque se la deshumaniza y reduce a los prejuicios y estereotipos negativos que los medios han construido. 

Además, en “Disclosure”, se evidencia que la interseccionalidad es una herramienta que permite una mejor comprensión de la situación de la comunidad trans al existir otros factores de discriminación que se conjugan con la identidad de género, como la racialización. La experiencia de una persona trans blanca es distinta a la de una persona trans afrodescendiente y este documental es explícito con esta afirmación. Las personas LGBT+ afrodescendientes han sido invisibilizadas de las producciones audiovisuales y han sido desplazadas del movimiento. Prueba de ello es la película “Los muchachos no lloran” (1999), en la que se cuenta la historia de un hombre trans, que fue asesinado junto a su pareja y está basada en hechos reales. Lo problemático radica en que, en la historia real, también había un hombre afrodescendiente aliado a la pareja que fue asesinado; sin embargo, no aparece ni se menciona en la película [1]. Así, se evidencia la exclusión de las personas afrodescendientes y se refuerza la siguiente idea: no es posible ser queer y afrodescendiente al mismo tiempo, con lo cual la representación se reduce aún más. Otro ejemplo ocurre en la marcha del orgullo homosexual en 1973 cuando Sylvia Rivera, una de las pioneras en la lucha por los derechos LGBT+, denuncia el desplazamiento de las personas trans por parte del movimiento homosexual, por el que ella, junto a otras personas trans racializadas, habían dedicado años de vida [1]. De esta manera, se concluye que las personas trans racializadas enfrentan diferentes formas de discriminación, lo que demuestra la necesidad de recuperar sus historias y atender sus demandas a fin de velar por sus derechos. 

Simultáneamente, “Disclosure” muestra los hitos en la historia de la comunidad trans. Uno de ellos ocurrió en el año 1952, cuando Christine Jorgensen se convirtió en la primera mujer trans famosa luego de atravesar una cirugía genital. Para su generación, se convirtió en un referente de las personas trans y su reconocimiento definió la manera en que se hablaba de las identidades trans, quienes adquirieron mayor visibilidad en los medios de comunicación. De la misma manera, se muestran los avances en la representación de las identidades trans. Sobre este tema, Laverne Cox señala que ver que aprecian y respetan a personas trans en el cine y la televisión reafirma su humanidad cuando, del otro lado de la pantalla, son agredidas en las calles [1]. Así, la representación positivia de las identidades trans sirve de referente y abre posibilidades sobre un mejor futuro para esta comunidad, porque se reconoce su condición de seres humanos merecedores de respeto a sus derechos, concretamente a vivir una vida libre de violencia y discriminación. 

En adición, se mencionan dos producciones como muestras de avances en la representación de la comunidad trans, especialmente de la comunidad trans racializada: las series Orange is the New Black y Pose. Por un lado, en la primera serie, se muestra a Sophia Burset interpretada por la actriz Laverne Cox, una mujer trans afrodescendiente, cuyo personaje retrata las experiencias de una persona trans en prisión y muestra la complejidad de su historia. Asimismo, a raíz de su participación en la serie, Cox se convirtió en un referente de que es posible ser una mujer trans negra y triunfar en la industria de la actuación. Vale la pena destacar que su reconocimiento se evidencia en sus nominaciones a los premios Emmy: fue la primera persona trans en ser nominada en una categoría de actuación en el año 2014 y, luego de ello, ha sido nominada en tres oportunidades en estos premios [3]. Por otro lado, Pose es una serie producida y dirigida por personas trans. Además, sus protagonistas son mujeres trans racializadas, por lo que el grupo de trabajo era integrador y las percepciones de esta comunidad se ven reflejadas en la serie. A través de sus capítulos, se muestran las situaciones que debían enfrentar por su identidad de género y color de piel, así como el sentido de comunidad que les permitía sobrevivir en un mundo hostil hacia las identidades trans. Una de sus protagonistas, Mj Rodríguez, actriz y cantante que interpreta a Blanca en la serie, también hizo historia en los premios Emmy al ser la primera actriz trans en ser nominada a la categoría de actriz principal [4]. De esta forma, a través de ambas series, se evidencian los avances en la representación y el reconocimiento de las personas trans en la televisión. 

Así como la representación en torno a las identidades trans ha evolucionado en los medios de comunicación, las instituciones del Derecho, así como sus operadores, también han avanzado en el reconocimiento de derechos para la comunidad trans, aunque de manera insuficiente. Un ejemplo de esta evolución se encuentra en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional del Perú en materia de derechos de las personas trans. En un primer momento, este Tribunal asumió una postura transfóbica al patologizar las identidades trans al entenderlas como un “trastorno” [5]. Esta representación de las personas trans que aparece en los cines décadas atrás se refleja también en una sentencia del máximo intérprete de derechos fundamentales en el país, lo cual evidencia que la discriminación contra esta comunidad es estructural: se manifiesta a través de los medios de comunicación, así como de las decisiones de los operadores de justicia. Esta situación genera la exclusión y precariedad de las personas trans. Años después, el propio Tribunal Constitucional rectifica esta decisión y visión de las personas trans al cambiar su postura transfóbica hacia una que rechaza el determinismo biológico y que comprende a las personas como seres psíquicos y sociales. Por esta razón, el Tribunal establece que existe un derecho a la identidad de género, el cual forma parte del contenido constitucionalmente protegido del derecho a la identidad personal [5]. De esta manera, se evidencia que la jurisprudencia peruana ha evolucionado en términos de derechos de las personas trans. Aunque resulte insuficiente para garantizar el bienestar de esta comunidad, se debe reconocer el avance, así como en el caso de su representación mediática. 

En instancias internacionales, la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoce el respeto a las identidades trans. Por ejemplo, en la sentencia Karen Atala vs. Chile, señala que la idea de la identidad de género encuentra cobijo en el artículo 1.1. de la Convención Americana [5]. Por ello, es una categoría protegida por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Así, los Estados partes del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) como el Perú deben proteger el derecho a la identidad de género e impulsar legislación que lo garantice, así como permitir su libre desarrollo en la sociedad. A partir de esta revisión de jurisprudencia, se reconoce que si bien la representación mediática de identidades trans importa, también se deben impulsar cambios en ámbitos como los tribunales a fin de garantizar mejores condiciones de vida las personas trans en su diversidad. 

En conclusión, se ha analizado el documental “Disclosure”, una producción transcendental, que presenta las voces de las personas trans en la industria del cine y televisión, así como las consecuencias que la representación negativa por parte de las producciones de Hollywood ha tenido en sus vidas y en la manera en que percibían su identidad de género. A partir de este análisis, se han identificado constantes negativas en las representaciones de las identidades trans, que a su vez han moldeado la manera en que la sociedad concibe a este sector de la población, por lo que es importante atender esta problemática. En adición, este documental también reconoce los avances en su representación; por ejemplo, las series Orange is the New Black a través del personaje Sophia Burset, así como la serie Pose. Sin perjuicio de este avance, es necesario reconocer que una representación positiva sin articulación con otros espacios de la sociedad no es suficiente para una mejora en las condiciones de vida de las personas trans. Por ello, para finalizar este artículo, se presentó los avances en la jurisprudencia peruana e internacional sobre derechos de la comunidad trans, como una necesidad para garantizar el reconocimiento de sus derechos. La representación de las identidades trans en los medios importa. Y cobra mayor relevancia porque se trata de un grupo social históricamente discriminado. Sin embargo, no se debe perder de vista que hace falta incidencia en los tribunales, en las instituciones educativas, entre otros espacios sociales sobre los derechos de las personas trans. De este modo, se podrá garantizar el respeto a sus derechos fundamentales. 

 

Referencias

[1] Feder, S. (dir.) (2020). Disclosure [documental]. Netflix.  

[2] Sisi, A. (2020, 23 de junio). Disclosure, el documental sobre la visibilidad trans de Netflix que deberías ver durante el Orgullo. Vogue. https://www.vogue.es/living/articulos/disclosure-documentales-netflix-representacion-trans-estrenos-junio

[3] Television Academy Emmys (s.f.). Laverne Cox. https://www.emmys.com/bios/laverne-cox 

[4] Ordoña, M. (2021, 13 de julio). La estrella de “Pose”, Mj Rodríguez, gana un premio que hace historia en los Emmy. Los Angeles Times. https://www.latimes.com/espanol/entretenimiento/articulo/2021-07-13/la-estrella-de-pose-mj-rodriguez-gana-un-premio-que-hace-historia-en-los-emmy 

[5] Tribunal Constitucional de Perú. (2016, 21 de octubre). Exp. N 06040-2015-PA/TC (Ana Romero Saldarriaga). https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2016/06040-2015-AA.pdf

 

 

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